¿Cómo reconocer tu tipo de piel?

Una pregunta que constantemente nos hacemos las mujeres es cómo saber qué tipo de piel tenemos. Es muy importante comprender este detalle para descubrir cómo nuestro cutis se adaptará a determinadas circunstancias o a las estaciones del año. Además, tomarnos el tiempo para conocer las necesidades específicas de nuestra piel, nos ayudará a elegir las opciones correctas para equilibrarla y esto resultará en un cutis más saludable y radiante. 

Sabemos que el cutis de cada persona es único, pero hay diferentes tipos de piel comunes que te ayudarán a identificar dónde encaja más tu tipo de piel. Los más conocidos son el tipo de piel seca, grasa, mixta, normal, propensa al acné y sensible. Ahora te estarás preguntando cómo harás para identificar cual de estos tipos de cutis tienes. Aquí te daremos los métodos para descubrirlo y te explicaremos a fondo qué diferencias hay entre los tipos de piel. 

Piel seca

Es el tipo de piel que se siente tensa todo el día. Además, probablemente notes algún tipo de descamación si no sueles hidratarla constantemente. Este tipo de cutis se debe mayormente a la genética y también a factores cómo el estilo de vida, el tipo de dieta, cambios hormonales o el clima.  La deshidratación también es una de las principales causas de la piel seca, por lo que tomar mucha agua y evitar diuréticos cómo el alcohol y la cafeína harán que tu cutis cambie su apariencia.  

Piel Grasa

Este tipo de piel se caracteriza por tener los poros grandes y la sensación de tener la cara grasa el resto del día. Este tipo de cutis es más difícil de cuidar, sin embargo un punto positivo es que muestran menos signos de envejecimiento. La piel grasa se debe a que las glándulas sebáceas trabajan horas extras. Con este tipo de cutis hay que tener mucho cuidado, las investigaciones indican que entre el 40 y 50% de los adultos de piel grasa sufren de acné tardío. 

Piel mixta

Si tienes piel mixta es normal sentir grasosa la zona T del rostro, pero el resto de tu cutis se debe sentir equilibrado. Si tienes este tipo de piel acumularas la grasa en la zona T, que está compuesta por la frente, la nariz y la barbilla, pero el resto del rostro tendrá una apariencia normal. Esto se debe a que las glándulas sebáceas trabajan horas extras en la zona T, por lo que es normal que sientas las mejillas secas.  

Piel Normal

Si tienes pocos granos, los poros pequeños y tu piel no tiende a irritarse, lo más probable es que tengas una piel normal. Esta piel se caracteriza por ser equilibrada,  no es demasiado seca, ni muy grasa, además no suelen salir manchas. 

Piel sensible

Con estas pieles hay que ser sumamente cuidadosos, ya que se necesita un tiempo para determinar qué ingredientes causan inflamación e irritación. Para facilitar este proceso, introduzca solo una nueva fórmula o producto a la vez. Esta regla se aplica tanto al cuidado de la piel como a los cosméticos.

La piel sensible se caracteriza por estar roja, irritada o tener bultos. Aunque todos los tipos de piel pueden reaccionar mal a diferentes principios activos o factores ambientales, la piel sensible se ruboriza con extrema facilidad y suele enrojecerse tras usar determinados productos para el cuidado de la piel. Este tipo de piel también tiende a ser más delgada, tiene poros más pequeños y suele ser más seca.

Si después de todas estas características aún no sabes qué tipo de piel tienes, aquí te daremos unos ejercicios que te ayudarán a identificar tu tipo de cutis más fácilmente. 

¿Cómo identificar qué tipo de piel tienes?

identifica tu tipo de piel

Lava bien tu cara y espera por una hora, después date palmaditas con una servilleta de papel en la zona T, ve la servilleta y si tiene grasa significa que tienes la piel grasa o mixta. Otro método es observar minuciosamente tu piel, si notas manchas rojas en el rostro lo más probable es que tengas la piel seca o sensible. Si tu cara está brillante por todos lados tienes la piel grasa. 

Otro método diferente para averiguar tu tipo de piel es darte cuenta de lo que sientes después del lavado de rostro, es decir si tienes la piel seca se sentirá tensionada, mientras que si tienes el cutis graso se sentirá más limpio inmediatamente después del lavado.  Si tienes la piel sensible y usaste un producto fuerte tu cara se enrojecerá, te picara o podría formarse una erupción. 

Asimismo, el cuarto método consta de verse bien en el espejo y detallar el tamaño de tus poros, si tienes piel normal, tus poros serán visibles pero no grandes, por lo contrario si tienes la piel grasa tus poros serán muy prominentes y si tu cutis es seco no serán visibles en lo absoluto. 

El último método es pellizcar tu piel, si tu piel se arruga fácilmente después de aplicar presión, tienes la piel seca o mixta. La piel grasa se sentirá suave.

Cómo cuidarte depende de tu tipo de piel

Piel seca: Sería bueno que te realizaras una exfoliación diaria con ingredientes suaves y no abrasivos para ayudar a promover la renovación de las células de la piel sin eliminar los aceites naturales de tu cutis. Sin la piel muerta los aceites y tratamientos se absorben más fácilmente. Los mejores hidratantes para ti son los que contienen ácido hialurónico, glicerina y activos marinos como las algas, debido a su capacidad para atraer agua y llevarla directamente a las células de la piel. 

Piel grasa: la exfoliación diaria es esencial para promover la renovación celular y prevenir la acumulación de sebo en los poros. Un exfoliante físico suave también es útil para equilibrar el tono y la textura de tu piel.Para usar una crema hidratante es conveniente que sea ligera, que no deje una capa oleosa sobre la piel. Huye de las fórmulas untuosas y elige las acuosas.

Piel mixta: debes exfoliarte diariamente con productos suaves para mantener el equilibrio de la zona t y las mejillas. Los humectantes con una textura similar a un gel se absorben más rápidamente y es menos probable que provoquen brotes. Comienza con una pequeña cantidad y aumenta según sea necesario para evitar la hidratación excesiva y el estrés de la piel.

Piel normal: Tu tipo de piel es la más equilibrada y resistente, por lo que no tendrás mucho problema con ningún tipo de producto. Igual cómo recomendación te aconsejamos usar cremas hidratantes ligeras y sedosas que mantengan a tu cutis con su equilibrio, y que aporten una sensación de frescor e hidratación. 

Piel sensible: si este es tu tipo de piel, debes utilizar productos cosméticos suaves y no utilices demasiados a la vez. Lavar el rostro con un producto de limpieza con ingredientes no agresivos y de alta tolerancia, de preferencia que no se enjuaguen, que no contengan perfume ni conservantes, ni tampoco tensoactivos. Seca tu rostro con sumo cuidado, sin frotar.

Cómo ya te explicamos antes, identificar nuestro tipo de piel es muy importante para conocer qué necesitamos y hacer que nuestro cutis funcione y luzca de la mejor manera. Esperamos que este artículo te ayude a identificar tu tipo de piel y aclare tus dudas.

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